Por Dr. Angel María De León.
El día 18 de Marzo de 1861, el General Pedro Santana que gobernaba la República en forma dictatorial y despótica luego de la proclamación de la independencia el 27 de Febrero de 1844, decidió anexar nuestra patria a la corona española, convirtiéndonos nuevamente en una colonia.
La reacción de nuestro pueblo no se hizo esperar y el prócer y padre de la Patria Francisco del Rosario Sánchez, inició un movimiento armado por el sur siendo apresado y fusilado junto a 20 compañeros el 4 de Julio del año 1861.
El 16 de Agosto de 1863,se produjo el grito de Capotillo, proclamando al país y al mundo nuestra determinación de restaurar nuestra patria del yugo colonial, en este proceso se destacó como un paladín y gladiador el general Gregorio Luperón, las primera Espada de la gesta restauradora que culminó en 1865 con el triunfo de las armas dominicanas. Al cumplirse hoy 157 años de la epopeya restauradora debemos reconocer el esfuerzo de nuestros héroes que lucharon con las armas y las palabras para legarnos una nación libre e Independiente.
A los 4 años de terminar la guerra restauradora contra España en 1869, el general Gregorio Luperón libró una lucha tenaz contra el caudillo general Buenaventura Baez, quien se propuso anexar nuestro país a los Estados Unidos de América, a cambio de fuertes sumas de dinero en contubernio con el presidente de ese país en ese momento general Ulises Grant, frustrando El general Gregorio Luperón el plan de anexión con su firme determinación política y militar.
El General Gregorio Luperón merece el sitial de padre la patria, porque fue un hombre que no tenía ambición personal de poder, rechazando en muchas ocasiones ejercer la presidencia de la república, ya que su vocación era servir a la patria, a su independencia y a la soberanía nacional.
