Por; Bienvenido Scharboy 
SANTO DOMINGO. Este martes 13 de septiembre, para los supersticiosos Día de la Mala Suerte, se cumplió un mes de que el reconocido delincuente Martín García, alias “El Gatao”, rompió una verja y penetró en horas de la madrugada a mi residencia, con un arma de fuego, y robó algunas cosas.
Además, el capo amenazó con dispararle un balazo a la cabeza a un integrante de mi familia, cuando entró en su habitación, si gritaba cuando fue descubierto.
Tras ocurrir el hecho, cumplí con los requisitos de lugar, y puse la denuncia en el destacamento del sector Vietnam, en Los Mina. Luego, recibí las visitas ese sábado y el domingo siguiente, de varios oficiales de la uniformada, incluido el general Ludwing Suardí, director de la Regional Santo Domingo Oriental de la Policía Nacional, quienes prometieron apresarían al reincidente ladrón, porque se tenía sospecha de quien era.
Tras esas visitas protocolares a mi casa, estuve siempre en contacto con el encargado de la Dicrim, responsable de la investigación, quien envió una foto con la que se confirmó que fue ese individuo que robó en mi casa, además, se le entregaron las coordenadas de los celulares, y pese a que el caco duró varios días utilizando uno de los móviles, nunca, según le decían a él, “generó información para ubicarlo”, luego fueron a la casa donde pernocta “El Gatao”; pero no lo encontraron y se le ha escabullido hasta el día de hoy.
Para sorpresa, a los 15 días de perpetrar el robo en mi casa, recuerden armado de una pistola, el delincuente ha robado en otras dos viviendas de la misma calle donde vivo, en el Residencial Doña Idalia, sin que la policía de con el paradero del individuo, aunque él y sus cómplices no han abandonado el sector y siguen cometiendo sus fechorías.
El Gatao ha estado preso en varias ocasiones; pero siempre sale en libertad no se sabe en base a qué subterfugios, y sigue haciendo daño, pues, también anda atracando con otro de sus secuaces en un motor y sabrá cuántos muertos tiene en su haber.
Según hemos investigado, datos que me imagino tiene la Policía, a El Gatao le mataron un hermano que era su compañero de ratería y otro hermano también lo acompañaba en sus malas andanzas; pero actualmente dizque está “frío”.
Otro integrante del grupo delincuencial, primo de Martín García, también murió; pero en un accidente en un motor, cuyo deceso, de acuerdo a versiones, fue celebrado por muchos vecinos.
También, un día, por intermedio de una colega, hablé por teléfono con la fiscal de la provincia Santo Domingo, Olga Diná Llaverías, quien me preguntó si tenía copia de la querella o de la orden de arresto, le dije que no, luego la conseguí, le mandé todos los datos y la foto y hasta el momento ni el mensaje me ha respondido.
Al igual que la mayoría de la ciudadanía, nuestra familia y los residentes en Cancino I nos encontramos indefensos ante la inoperancia de las autoridades policiales y judiciales, incapaces de apresar a un delincuente que sigue robando en el mismo sector donde vive, en abierto desafío a la Policía y provocando el temor en los residentes.
La Policía y las autoridades judiciales de Santo Domingo Este serán responsables de que retorne la tranquilidad o continúe el desasosiego en las familias de Cancino I, por culpa de un malandro que debería estar detrás de las rejas hace mucho tiempo, purgando años de cárcel por sus delitos.
No está demás, advertir que cualquier cosa que nos pase a mí o a un integrante de mi familia, es culpable la inoperancia policial. Las autoridades saben dónde y cómo apresar al susodicho ladrón.
Tampoco podemos liberar de la indiferencia a la mal llamada “junta de vecinos” del Residencial Doña Idalia, que nunca se ha preocupado por demandar mayor seguridad para el sector y su presidente ni siquiera ha sido capaz de visitar a las familias afectadas por los delincuentes, por lo que se convierte, la directiva, en cómplice por omisión o cobardía.
Esperamos que “El Gatao” y sus cómplices sean apresados lo antes posible, para que no sigan haciendo daño a personas indefensas, trabajadoras y dignas de mejor protección de las autoridades.
Pese a esta situación, exhortamos a evitar que el miedo se apodere de la ciudadanía y se asuma el combate frontal de la delincuencia ratera y de cuello blanco.
Bienvenido Scharboy

Periodista

Santo Domingo Este

13 de septiembre, 2016

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