REPÚBLICA DOMINICANA.- Hoy, como cada año, venimos a la tumba de Amín Abel Hasbún a ratificar nuestro compromiso revolucionario, 50 años después de su vil asesinato. Ratificamos firmeza frente a uno de los revolucionarios más comprometidos, y que lo dio todo en aras de las transformaciones sociales del pueblo dominicano y en el Mundo.
La reafirmación y renovación del compromiso revolucionario implica arreciar la lucha contra el sistema de injusticias y de opresión. Significa ser mejores revolucionarios. Mejores combatientes, organizadores y arrojados. Defender a cualquier precio nuestros principios, sin claudicar nunca, romper con las excusas acomodaticias para no luchar.
Frente a un gobierno que ha prometido “cambio”, pero que no va a cambiar nada, pues es hijo del imperio y de la gran empresa, como lo ha demostrado en el tiempo que lleva en el poder, hay que mantener la firmeza en la lucha por las reivindicaciones generales de los sectores populares y explotados. Pero particularmente hay que levantar con mucha fuerza la bandera contra la corrupción y por el fin de la impunidad. Este gobierno está emplazado a someter a todos los corruptos, sin preferencia y sin omisión, no importa del color que sean, ni el tiempo que haya pasado de haber cometido su fechoría.
Llevar a la cárcel a todos los corruptos y confiscarles todo lo robado es una de las reivindicaciones más sentidas por el pueblo, actualmente. El gobierno de Luis Abinader está compelido a responder ante quienes lo eligieron y frente a todo el pueblo, que espera hechos concretos, acorde a las numerosas promesas de campaña.
Nuestra organización estableció con toda claridad que ganara quien ganara, se iba a reelegir la crisis. Que ganara quien ganara, el pueblo perdía. Y eso es lo que estamos viendo. No hace falta mucho tiempo, ni siquiera los famosos “100 días”, para conocer la catadura de este gobierno, maniatado por el imperio y los grandes empresarios, que han impuesto sus fichas en todos los puestos claves, incluso en desmedro de la base perremeísta, para seguir garantizando sus intereses políticos y económicos. Basta revisar el gabinete y otras instancias gubernamentales para ver a quiénes responde la mayoría de los designados.
El pueblo está muy vigilante y dispuesto a derrotar el “borrón y cuenta nueva”. Está vigilante frente al tratamiento que el gobierno le dé a la terrible pandemia que nos azota. Y está pendiente, también, para que no nos repitan que “nos apretemos el cinturón”; que “si la calle está dura, coja la acera”; que “si no hay guandules, coman piedras”; que “si yo fuera una gallina no pusiera un huevo por cinco pesos”, como nos dijeron en gobiernos anteriores.
El pueblo está vigilante y listo para la lucha. Ahí estará El M.P.D., como ha estado siempre. VIVA AMÍN ABEL HASBÚN. VIVAN TODOS LOS MÁRTIRES DEL PUEBLO DOMINICANO.
